Durante estos días he estado reflexionando sobre las preguntas que he recibido acerca de mi trayectoria en las artes marciales y el enfoque que adoptamos en Hapkido Figueres. A menudo, escucho comentarios y críticas sobre las distintas técnicas que se enseñan en otras escuelas, cuestionando si una técnica es más efectiva que otra. Lo que quiero transmitir es que, más allá de la técnica específica, lo verdaderamente importante es la capacidad de aplicarla efectivamente en situaciones reales, donde el estrés y la presión están presentes.
Cuando comencé mi camino en las artes marciales a los cuatro años, guiado por el gran maestro coreano Kang Myung Hee, jamás imaginé que esta pasión se transformaría en una metodología única de entrenamiento en Hapkido Figueres. Mi maestro no solo me enseñó Taekwondo y Hapkido, sino que también me inculcó la importancia de la adaptación y la evolución constante. Esta lección me llevó, en 1995, a viajar a Corea del Sur para entrenar con el GM Yu Chun He del estilo Hapkido Chun Do Kwan, consolidando mi compromiso con esta disciplina.
A lo largo de más de 40 años, he practicado diversas artes marciales, desde Kumdo, Krav Maga, Jeet Kune Do, Jiujitsu, Sambo, Defensa Personal Policial hasta boxeo y judo. Estas experiencias me han permitido ver las fortalezas y debilidades de cada estilo, refinando así mi enfoque en el Hapkido. En Hapkido Figueres, no hemos inventado nada nuevo; hemos adoptado una metodología que prioriza la funcionalidad y el realismo en el entrenamiento.
Para mí, el Hapkido es como un hijo. Le enseño valores, tradición y nuestras maneras de hacer las cosas. Sin embargo, así como reconocemos que los hijos deben adaptarse y evolucionar con el tiempo, también debemos permitir que el Hapkido evolucione. No queremos que esta disciplina quede perdida y abandonada, intentando conservar métodos que los propios fundadores crearon para su época. El mundo ha cambiado, y nuestro enfoque en las artes marciales también debe cambiar con él. El Hapkido debe evolucionar para seguir siendo efectivo en la realidad actual.
Nuestra metodología se basa en un enfoque sistemático donde las técnicas de ataque se entrenan primero. Esto puede parecer contrario a la práctica habitual, pero hemos encontrado que al dominar las técnicas ofensivas, nuestros estudiantes aplican las defensivas de manera más rápida y efectiva. En situaciones reales, las primeras interacciones suelen ser golpes mutuos, y estar preparados para esto nos da una ventaja significativa.
En Hapkido Figueres, dividimos el aprendizaje en apartados técnicos y cada uno tiene niveles diferentes. Desde el primer día, un cinturón blanco comienza con técnicas de golpeo y técnicas en ataque. En el primer nivel, se enseñan cinco técnicas de luxación en ataque, dos técnicas de proyección y una técnica de estrangulación. Cada técnica se practica de manera aislada y luego combinada, pasando de la primera a las siguientes. A medida que los estudiantes progresan, aumentamos la complejidad y la cantidad de técnicas. En total, nuestros estudiantes aprenden 150 técnicas de luxación en ataque, organizadas en 15 niveles con 10 técnicas cada uno. Asimismo, en las proyecciones, enseñamos cinco técnicas por nivel, totalizando 50 técnicas en 10 niveles. Las técnicas de estrangulación se dividen en cinco niveles con cinco técnicas cada uno, sumando un total de 25 técnicas. Este enfoque asegura que cada técnica se combine y perfeccione hasta que se conviertan en respuestas automáticas bajo condiciones de estrés.
Consideramos que tener que aprender técnicas dependiendo del sitio donde te agarren o golpeen te limita y dificulta el aprendizaje. Además de tener que memorizar la técnica, también debes memorizar el agarre. Escucho a muchos profesores decir: "Esta técnica no va aquí, sino en el hombro," o "Esta es mi técnica número X." Creemos que este enfoque complica innecesariamente el proceso de aprendizaje.
El entrenamiento funcional es el pilar de nuestro método. No se trata de memorizar técnicas, sino de integrarlas en el subconsciente para que se conviertan en respuestas naturales ante amenazas. Los valores y la disciplina son fundamentales en nuestro entrenamiento. Creemos que un verdadero artista marcial debe estar preparado para enfrentar la realidad, y por ello, cada sesión se diseña pensando en situaciones cotidianas que nuestros alumnos podrían enfrentar.
Esto no quiere decir que no tengamos que aprender de los maestros más mayores o más veteranos. Todo lo contrario, debemos seguir aprendiendo de ellos, respetándolos. Solo que en determinados momentos de nuestro entrenamiento, debemos darle ese enfoque moderno y funcional. Por eso no se trata de decir si este o aquel sabe más o menos, o si es mejor lo tradicional o lo moderno. La vida es un constante cambio y evolución, y debemos estar preparados para ello.
Por ejemplo, en Hapkido Figueres sabemos lo que es evolucionar y adaptarse. Lo que comenzó como entrenamientos informales entre antiguos practicantes de artes marciales y compañeros de trabajo en seguridad se ha convertido en una asociación comprometida con la enseñanza integral del Hapkido. Formamos a niños, adultos, mujeres en defensa personal y profesionales de la seguridad, siempre con el objetivo de prepararles para la vida real.
El futuro de Hapkido Figueres está en seguir avanzando, incorporando nuevas técnicas y métodos que mantengan nuestro entrenamiento realista y efectivo. Queremos seguir formando a personas interesadas en la seguridad y las artes marciales, y estamos abiertos a que maestros de otros estilos vengan a probar nuestro enfoque. No enseñamos técnicas específicas, sino un método de entrenamiento para mejorar lo que ya se conoce y adaptarlo a la realidad actual.
En Hapkido Figueres, entrenamos no solo para aprender técnicas, sino para estar preparados para enfrentar cualquier situación con confianza y habilidad. Este es el legado que me dejaron mis maestros y que hoy, con orgullo, transmito a mis alumnos.
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